Colombia, un Estado social.

Como precursor de la idea del Estado social suele citarse a Lorenz Von Stein quien, en 1850, defendió que había terminado la época de las revoluciones y de las reformas políticas para comenzar la de las revoluciones y reformas sociales. Por lo que solamente una teoría y una praxis conscientes de este hecho permitirían enfrentarse son éxito al futuro. En tal sentido, se convendría en que a fortaleza del Estado depende del nivel moral y material de sus ciudadanos, por lo que es absurdo permitir la miseria de la población; su irradiación no es tan solo una existencia ética sino, también, una necesidad histórica si se quiere evitar la revolución social. También en esta línea se manifiestan ciertas tendencias del pensamiento social-demócrata clásico iniciadas por Lazare y proseguidas por las direcciones marxistas revisionistas.

Según tales tendencias el Estado ha sido instrumento de dominación al servicio de la clase dominante. Pero (bajo las presiones partidistas de las organizaciones obreras) el propio Estado puede hacer progresar a las clases obreras que, por ellos, habrán de tener interés en un Estado fuerte. La lucha no es, por tanto, en contra del Estado, sino contra determinadas modalidades y contenidos del Estado. Así llega a aceptarse que la democracia política formal (con ser una forma de dominación) es una valiosa definitiva conquista de la civilización desde la que se podrá avanzar hacia la democracia social.