martes, 12 de abril de 2011

Del Bipartidismo que Vivimos

El bipartidismo como monopolio del poder  es la madre del ternero: la impunidad. Impunidad para los delitos cometidos por los miembros del establecimiento o de la élite económica y política y hermana gemela de una norma real que tiene la fuerza de la gravitación: la Ley es para los de ruana. La impunidad no es otra cosa que la condición para que el poder político pueda ser manejado como patrimonio por el bipartidismo bajo la apariencia de unas reglas de juego democráticas. De ahí que desde hace muchos años se haya dicho que Colombia son dos países, uno formal, el  de la ley y el orden, y otro real, el del despojo, el clientelismo y la corrupción. Este aspecto puede ser complementado con una constante de nuestro orden institucional: la exclusión de la oposición política y la apelación a medidas de excepción que reduzcan a dimensiones manejables la división de poderes públicos. 


Tomado de:
Recopilación de ensayos políticos Casa Editorial ELTIEMPO 2004 

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